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REDMEBOL toma nuevo impulso
 
Por Mario Martín Torrez
Junio de 2016

Recuerdo el año que hice el servicio militar obligatorio, había una instrucción militar en la que el comandante ordenaba a las 5:30 am “en sus puestos muévanse” orden que servía para despertar a los soldados adormilados o para quitar la flojera después de la hora de almuerzo, frente a esa orden, los soldados comenzábamos a mover todo el cuerpo hasta despojarnos del fantasma de la pereza; encuentro una similitud con esto en la administración  pública, los funcionarios están en constante movimiento, están trabajando, siempre tienen sobre su escritorio un legajo de documentos por revisar, firmar o aprobar pero les falta visión, les falta saber hacia dónde se dirige su organización, que propósito y que objetivos persiguen, los servidores públicos siempre tienen bastante trabajo pero les falta ese toque de orientación hacía resultados, no solo analizar al final de la gestión cuanto se ejecutó, que porcentaje del presupuesto se ha gastado, que es lo que generalmente se hace, sino ir más allá, analizar si ese gasto fue el adecuado, si esa inversión sirve para resolver uno de los cientos de problemas que enfrenta el ciudadano cada día y ese es el principio de la Gestión por Resultados.

Bolivia se encuentra atravesando un proceso de profundos cambios estructurales, entre los cuales, lo que más está cambiando son las estructuras del Estado, considerado como un estado colonial-republicano. El abandono de estas viejas estructuras, ha implicado para Bolivia un gran desafío, pero sobre todo la enorme posibilidad de ser creativos para innovar y proponer un nuevo modelo de desarrollo más incluso, equitativo y coherente con esta nueva realidad en construcción. Esto quiere decir, incorporar en los nuevos enfoques, reflexiones sobre el “Vivir Bien”, sobre la visión colonial del poder, sobre la percepción colonial en las relaciones de género, sobre el proceso de descolonización, sobre el Estado Plurinacional, sobre el proceso autonómico, sobre la inclusión social y económica de los pueblos indígenas, que son las grandes problemáticas sobre las que se asienta el actual proceso de cambio.

En este contexto, el sector público boliviano, tiene un sinfín de problemas y obstáculos que le permitan hacer gestión, que le permitan responder a los problemas cotidianos de la ciudadanía, que le permitan se eficaces y eficientes al momento de hacer inversión pública; siendo solo una de las aristas la profesionalización de estos servidores públicos que además tengan un compromiso ético con su función y que sean capaces de apoyar las transformaciones en curso, a través de un conocimiento de lo que está pasando y de una actualización en relación al nuevo modelo de estado que se está implementando: el Estado Plurinacional.

Hasta aquí un breve comentario de lo que acontece en el sector público de Bolivia,  pero no todo es desolación, hace más de una década (en 2004) un grupo de profesionales y organizaciones interesadas, vinculadas y preocupadas por la temática de la evaluación de programas y políticas públicas, conforma la Red de Monitoreo y Evaluación de Bolivia –REDMEBOL-, a la cabeza de Rosario Aquim, con el propósito de que se conviertan en agentes de cambio o al menos contribuyan desde su posición a los procesos de transformación que se viene implementando en Bolivia, una RED para fortalecer la calidad del Monitoreo, Seguimiento, Evaluación y Sistematización de programas y políticas públicas en Bolivia y conformar una comunidad de profesionales que comparten sus conocimientos y experiencias en la búsqueda de mayor democratización, transparencia y mejor rendición de cuentas de la gestión pública.

En 2016, la REDMEBOL toma un nuevo impulso y se revitaliza, bajo la iniciativa y liderazgo de Silvia Salinas, y el apoyo profesional y comprometido del Comité Impulsor integrado por Martha Lanza, Scarleth Flores, Rita Murillo y Marcelo Clavijo, quienes han comenzado esta gestión con un encuentro para analizar los desafíos y nuevos paradigmas en evaluación para el desarrollo llevado a cabo en la ciudad de La Paz durante el mes de marzo pasado.  A este evento se invitó en calidad de expositores a Ivonne Farah quien abordó el tema de la evaluación con enfoque de género, donde pone en el tapete el paradigma de Mujeres en el Desarrollo (MED) y reconoce en su exposición los avances en materia de evaluación con enfoque de género, pero con el descuido de otras formas de desigualdad en lo referente a lo intercultural, étnico y generacional y reclama mayor participación en los procesos de planificación y evaluación.  Cecilia Lazarte, analizó la problemática de la evaluación de la calidad educativa y comienza reconociendo la educación como bien público, centrado en los derechos humanos y la dignidad humana, la justicia social, la paz, la inclusión y la diversidad cultural, e interpela el carácter reduccionista de la educación, vinculado al modelo de desarrollo neoliberal y propone una orientación evaluativa de la educación integral y formativa, basada en parámetros nacionales y con respeto de la diversidad cultural y lingüística. Jose Perez identifica 7 desafíos de la evaluación, i) la evaluación como instrumento de análisis, reflexión y aprendizaje, ii) mejorar las capacidades de formular términos de referencia sobre evaluación iii) incorporación de criterios de evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos iv) formación de equipos de evaluación e base a competencias plenamente definidas v) orientación hacia la valoración de los efectos e impactos vi) compartir, reflexionar y debatir los principales hallazgos de la evaluación con los actores involucrados vii) implementación de las recomendaciones de la evaluación, en el marco del ciclo del proyecto. Silvia Salinas, por su parte hizo unas aproximaciones postmodernas a la evaluación, donde identifica las relaciones de poder en que se desenvuelven los programas públicos así como una orientación a evaluar el texto y contexto de las Políticas Públicas en un ambiente de diversidad, subjetividad, imaginarios y emociones.

Sin duda este evento, deja muchas cuestiones sobre el tapete de discusión, pero es un muy buen inicio para que la REDMEBOL, interpele la función del Estado, analice los vaivenes del proceso de cambio, genere mayor conciencia y más participación -además participación de calidad-, reduciendo la probabilidad de cooptación por parte del Gobierno hacia los movimiento sociales, se contribuya a implementar un enfoque de gestión orientado a resultados, se construya más y mejor democracia a partir de las evaluaciones y promueva una rendición de cuentas y transparencia para hacer más eficiente la inversión pública.

 

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